sábado, 15 de junio de 2013

La Alcarria (Guadalajara), junio 2013

I Maratón Valles de la Alcarria, Guadalajara (Guadalajara), junio 2013
 
Prueba deportiva organizada por el Ayuntamiento de Guadalajara y el Club Deportivo Campiña Bike recorriendo cuatro de los valles de la Comarca: Henares, Ungría, Tajuña y Matayeguas. Un recorrido duro, el largo, especialmente por el calor que nos brindó ese día. Se trataba de un recorrido sin marcar, aunque al final si había alguna marca, pero de navegación bastante básica (aunque algún despiste hubo).

Se partió a las 8 de la mañana, con ligero retraso, desde el Complejo Deportivo Fuente de la Niña (más en concreto de la pista de atletismo) para recorrer de forma neutralizada los 3 primeros kilómetros a través de las calles de la ciudad (escoltados por la policía local). Una vez dejado atrás el túnel de la Autovía, y con una temperatura que superaba ya a estas tempranas horas los 20ºC, comenzó la "juerga", en dirección a Taracena vía Iriepal. Yo a disfrutar de esta zona ten desconocida para mi en todos los aspectos.
 
La primera subida fuerte, se situaba a la salida de la localidad, ascendiendo, como se agradecía ya la sombra a estas horas de la mañana, por el pinar de El Almendro, hasta llegar al páramo donde los campos de, entre otros, de cereal nos cedían el paso. Después giro brusco para pedalear unos kilómetros paralelo a las vías férreas hasta enlazar con la carretera de Centenera, la cual la atravesé, y después de un pequeño despiste por un olivar, descender por una senda, con algún tramo técnico,  al Valle de Matayeguas (por primera vez).


 
 
 

 

 
 
 


 
 
 

 
Y casi sin intermedio nuevamente toco subir, subir al páramo, del fresquito del valle al tostadero de la planicie (de las huertas a los secanos) para llegar a Atazón y coger una senda trialera y muy, pero que muy, bonita (a la vez que técnica) que me permitió bajar nuevamente al fresco del valle, en este caso Valle del río Ungría. Y, nuevamente, sin poder "cambiar de registro", comenzar a subir a los páramos (por entre encinas y robles) y llegar a Valdeavellano, que actuaba de punto de inflexión, para dejarnos caer nuevamente por el Arroyo del Nacimiento a otro valle, el del Tajuña.
 
 
 
 
 
 
Después de pedalear unos kilómetros por el valle (y atravesar la localidad de Archilla) tocó otra de las subidas importantes de la mañana, hasta el pago de la Cabaña de Don Juan y otra vez transitar por esos campos de agricultura de secano tan típicos de Castilla.

 


Unos kilómetros y descenso primero a través de una senda-Arroyo de Valdehita  que después de abrió en un camino y recibir de nuevo al Valle del Tajuña para sorprenderme en la ascensión con la imagen de la hermosa plaza de toros (Plaza del Coso) de Brihuega, donde aproveché para solicitar la colaboración en unas fotos. Ya al final de la rampa quede un poco sorprendido durante la conversación con algunos de los colaboradores, pues eran seguidores de algunas de las andanzas badaneras, a través del foro.


 
 
 


 
 
 


 
 
 



Nuevamente terrenos de secano en la parte alta para llegar al Monte de Don Luis, donde, prácticamente "campo a través" lo recorrí, primero bajando y luego subiendo nuevamente al páramo. Desde él se descendió un poco hasta la localidad de Valdesaz y otro repecho para subir al páramo. Las bajadas y subidas fueron constantes, el calor a estas alturas de ruta empezaba a hacer un poco de daño. Si bien había realizado la ruta de forma pausada y tranquila, disfrutando de la zona, decidí incrementar en este momento un poco el ritmo (o al menos intentarlo) para que el sufrir menos los estragos del calor. "Campo a través" nuevamente en este caso por el Monte del Sotillo y descenso suave pero prolongado y largo (Valle del Matayeguas), incluso con un tramo final por carretera (entre Centenera y Lubiana).


 
 
 

 
 
 


 
Allí hidratación y a comenzar a subir la última ascensión, que a la postre se hizo la más dura, se juntó la pendiente, los kilómetros ya recorridos y sobre todo el calor (en algunas curvas, se podían superar a esas horas los 40ºC). El descenso final, después del último despiste a la hora de tomar el camino, para acceder de nuevo al Complejo Deportivo Fuente de la Niña se realizó por la Cuesta de Lucena, bajada mítica para los locales. Su pendiente, las piedras sueltas y las cárcavas hacían utilizar "los últimos recursos existentes" y evitar sustos mayores.
 





 
 
Al final de la ruta empanada, bollos "preñaos" y cerveza (entre otras cosas) permitieron recuperarnos del esfuerzo realizado, pero también la sombra y para algún compañero los servicios de los fisioterapeutas.
 
 
















No hay comentarios:

Publicar un comentario