domingo, 27 de octubre de 2013

P. N. de Izki (Álava), octubre 2013

P. N. de Izki, San Román de Campezo/Durruma Kanpezu (Álava), octubre 2013

Parque Natural situado en el sureste de la provincia de Álava. Alberga gran variedad de paisajes, bosques y roca, es un conjunto de valles (surcados por pequeños ríos, y también con numerosos humedales) y montañas (cortados calizos). En el paisaje los espesos bosques se ven interrumpidos por escarpes rocosos. La vegetación arbórea está dominada por el melojo, los marojales o melojares (muy bien conservados) son  los verdaderos protagonistas de Izki. De forma dispersa, también se encuentran acebos, abedules, alisos, quejigos, hayas, robles, etc. Este bosque de espeso follaje también cuenta con bastantes praderas e, incluso, zonas con abundante helecho común de notable desarrollo. Cuenta con una red extensa de sendas que permite sumergirse en  el Parque y descubrir sus hermosos parajes. Solo existe un núcleo de población en su interior Corres (Korres), pero existen varios en la periferia.

La semana previa había comenzado soleada, pero a media semana la cosa cambió y comenzó a llover (aunque no fue muy abundante), pero el fin de semana volvió a mejorar. El día amaneció despejado, aunque al avanzar las horas aparecerían algunas nubes. Esto hizo que las condiciones para recorrer el Parque Natural fueran ideales, no había calor, tampoco frío, el sol no molestaba; y por si fuera poco el suelo (firme) estaba perfecto, las lluvias caídas habían sido las justas para que estuviera ideal (ni barro, ni muy seco).

En esta ocasión el recorrido por el P. N. de Izki se realizó a través de una marcha organizada (XXI Marcha BTT de San Román de Campezo). En esta ocasión me acompañaron otros dos compañeros,  y como no podía ser de otra forma, el recorrido elegido fue el largo.

La ruta la había planificado en dos partes, aproximadamente la mitad cada una, la primera más fácil o sencilla y la segunda más complicada y dura, entre una y otra se volvía a pasar por el pueblo (así se permitía optar por continuar o realizar solo la "corta").


El día anterior nos desplazamos hasta Vitoria-Gasteiz, donde decidimos hacer noche para desplazarnos hasta la localidad de salida. Salimos temprano, con intención de parar de camino a desayunar, Virgala Mayor (Birgara Goien) fue el lugar elegido, y llegar con tiempo suficiente a San Román de Campezo (Durruma Kanpezu), pueblo situado al sur de Izki, lugar de donde salía la marcha. Una vez llegado San Román, pequeño pueblo protegido por los escarpes rocosos de La Muela y que cuenta con buenas vistas del valle, nos desviaron hacia un rastrojo, lugar habilitado para dejar los coches. Al ser un pueblo tan pequeño no cuenta con espacio para tantos vehículos, al menos 400 btt-eros nos dimos cita (los inscritos).


Inmediatamente nos dirigimos a retirar el dorsal para comenzar a preparar el equipo, había que ir a la zona de salida, ya empezábamos con subidas, aunque ahora era a pie.


Una vez recogido los dorsales y preparado equipo y bicis nos dirigimos hacia la zona de salida, ahora ya subimos la cuesta en bici. 


Llegada la hora, salimos, eso si unos con más prisa que otros, fotos y tranquilidad nos permitió contemplar como ese "enjambre" de ciclistas se estiraba camino de Quintana (Kintana), pequeña población al sur de Izki, antesala de la entrada al Parque Natural.

Imagen cortesía de la organización


Al abandonar la zona urbana de Quintana (Kintana), motivado por la entrada al Melojar, se produjeron los primeros atascos, el camino ancho había dejado paso a una senda. 


Unos metros por la Senda Los Arrieros para coger la Senda El Paseo, dirección a Urturi, por fin entramos en el melojar, salpicado ahora con hayas y abundantes acebos. Antes de llegar a Urturi, topamos con una pista, por donde continuamos, bordeando el campo de golf y atravesando campos de cultivo (cereales). Dejamos este camino (camino de Marizurieta), se desviaba a la izquierda, antes de llegar al Raso de los Espinos, para continuar nuevamente por una senda por el melojar.



A través de un continuo continuo culebreo, transitando por sendas y combinando subidas y bajadas, recorrimos el melojar hasta enlazar con un camino a la altura de la esquina sur de El Planote, otra discontinuidad en el melojar que da paso a terrenos de cultivo. Este camino, que nos dirigía de nuevo a San Román, se abandonó durante unos dos kilómetros para bordear Los Rasos. 




Ya de nuevo en el camino, y con unos 21 km ya recorridos, el cruce con la carretera de Maestu (Maeztu) a San Román de Campezo (Durruma Kanpezu) era el preludio de la fuerte subida que nos esperaba, la más fuerte y larga de la primera parte, antes de bajar a la localidad de salida para el avituallamiento, un descenso muy rápido.


Ya en la parte alta del pueblo de San Román, era el momento de avituallarse, no esperaba después la subida a la "cima" de la ruta.



Con las "reservas repuestas" pusimos rumbo a La Muela, por la Senda de San Román. La Muela (1056 m) constituye una de las joyas del parque, esta mole de caliza (con numerosas colonias de buitre leonado) se encuentra en el límite meridional de Izki, al norte de San Román de Campezo (Durruma Kanpezu). Vaya subida, empinada y dura, y a tramos muy técnica y con vegetación arbustiva "dando la vez". Eso si el abundante público existente contribuía a "mejorar el rendimiento sobre la bici", dar las gracias a los senderistas que se apartaron para facilitarnos la subida por ella. Por suerte, la subida acababa un poco antes. La campa, collado de La Casilla, estaba plagada de gente, las hermosas vistas contribuyen a ello. Aprovechando el gentío, pudimos realizar una foto conjunta, antes de continuar la marcha.





Tan complicada y dura fue la bajada como divertida y bonita la bajada por el hayedo. La fuerte pendiente, a tramos, y la posición de los árboles (había que evitar "que se movieran") hizo salir del letargo a los frenos. 


Imagen cortesía de la organización

Imagen cortesía de la organización

Varios kilómetros de bajada por la senda de San Román hasta Monasterio, en las proximidades de Corres (Korres). ¡Que corto se nos hizo este tramo! Hayedos, a tramos con boj, quejigales y zonas despejadas no acompañaron en la bajada. El camino se volvió algo arenoso en la parte final de la bajada. Una vez llegado a Monasterio, bordeamos por un camino ancho el Área recreativa por su parte norte para cruzar la carretera y tomar la senda Ullibari. El primer tramo es rápido, buen camino y más o menos llano, y todavía las piernas estaban "animadas" después de la bajada. El camino bordea una finca (pastizales y cultivos), con el Mendizorrotz a la izquierda, antes de volver a entrar en el melojar, donde el camino continúa en senda y conecta con la senda de Los Arrieros.


Esta senda continúa por el corazón del melojar, en camino ascendente al principio, pero una vez sobrepasada la laguna El Mogal (a la derecha) comenzó un ligero descenso hasta una pista, a la altura de La Majada, que tomamos (dirección este). Esta pista comienza con un ascenso moderado que va incrementándose a media que nos acercábamos al cruce con la senda Larrabila. Continuamos subiendo hasta llegar al collado del Mantxibio, para proseguir bajando hacia Corres por la ladera del monte Arronzaila. Corres (Korres) es el único núcleo habitado en el interior del parque, este pueblo (conjunto histórico) destaca por su arquitectura, y edificios e historia y por un emplazamiento (en lo alto) que permite divisar unos de los paisajes más destacables del Parque (el desfiladero de Korres). Ya en Corres (Korres) atravesamos el pueblo y tomamos la pista cementada que conduce al cementerio, donde nos esperaba otro avituallamiento (¿tal mal nos verían?). Un ligero tentempié y a continuar. 



A partir de ahí se continuaba por un camino de tierra dirección a Soila, por la senda de Antoñana. Después de una alambrada se transforma en senda, que bordea el monte Soila, entre quejigos, carrascos, arces y más tardes hayas; pero lo que más me llamo la atención fue el "túnel verde" de un pequeño tramo de boj en la parte intermedia, eso si el suelo estaba bastante roto, con lo que había que utilizar "lo que quedaba" en subir por dicha senda. 




Buena subida, ya se observaba a algún participante llevando "del ramal" a la "compañera de dos ruedas". Nosotros tuvimos más suerte y no tuvimos que "descabalgar". 



Atravesamos al famoso paso de piedra que aparece en los carteles, donde aprovechamos para disfrutar de las vistas (Barranco de Korres) y realizar alguna foto, antes de comenzar a bajar (bueno, la bajada se interrumpió con un pequeño repecho) después de bordear Solia por su parte sur hasta la senda de Bujanda. Ya en la senda, en el fondo del valle, cruzamos el río y continuamos bajando, más suavemente, hasta alcanzar el punto con menor altitud de la ruta.


Abandonamos la senda de Bujanda antes de salir del Melojar, cuando la senda se conviertía en pista, girando a la derecha en dirección a la falda de La Muela. Última subida y últimas sendas, pero ya pesaban, por suerte pudimos atacar estas últimas subidas bastante bien ya que habíamos realizado la marcha de forma tranquila, aunque por lo que veíamos no fue "una norma para todos".

Finalmente, al terminar la subida, se salía del Parque Natural, para después de realizar unos metros por la carretera A-3136, llegar a San Román de Campezo (Durruma Kanpezu) por camino, por su parte este.


Una vez finalizada la ruta, un bocadillo, bebida y café y un post-ruta intercambiando opiniones con otros participantes, antes de recoger "el equipo" y regresar, unos directamente para León y yo para Vitoria a recoger al resto de la familia antes de regresar.












domingo, 20 de octubre de 2013

P. N. Calares del río Mundo (Albacete), octubre 2013

P. N. Calares del río Mundo, Riópar (Albacete), octubre 2013

Paraje natural ubicado en el suroeste de la provincia de Albacete. Se trata de una zona montañosa (macizo montañoso de generosas dimensiones) que es recorrida por varios cursos de agua que han erosionado el suelo dando lugar a un paisaje kárstico muy interesante. 

Entre otras especies vegetales destacan, dependiendo del hábitat (o ambiente), los pinos, las encinas, los robles, los sauces, los tejos, los arces, los sauces, etc.


La ruta recorre el centro-norte y el oeste del Parque Natural, transitando por caminos pero sobre todo por senderos y más senderos (algún pequeño tramo de "empujar"). Se trata de una ruta exigente, por su longitud, por su desnivel acumulado y por el elevado nivel técnico que requiere en muchos de sus tramos. Esta ruta se ha hecho asistiendo a una ruta organizada, por parte del Club Ciclista Riópar. La ruta parte de Riópar (llamado hasta finales del siglo pasado, Fábricas de San Juan de Alcaráz), pequeño pueblo ubicado en la sierra.


El sábado por la tarde me desplacé (muchos kilómetros), hasta la pequeña localidad albaceteña de Riópar (antigua denominación, Fábricas de San Juán de Alcaraz), al sur de la provincia de Albacete, para asistir a la marcha organizada. Al llegar a la localidad recogí la bolsa con toda la información, para continuar unos dos kilómetros más, hasta el Hostal Venta el Laminador. Kilómetros que el día de la ruta habría que añadir a los totales de la misma, en su versión de ida y vuelta. Una vez allí, y después de los correspondientes trámites, descargué completamente el equipo, dejando incluso sitio en la habitación para la bici (no quería sorpresas), el coche quedaba en una zona relativamente oscura. Cena y cama.


Desayuné temprano, buen trato por parte del personal del Hostal, un buen desayuno. Se iba a necesitar para afrontar la ruta. Después de los 2 km de pre-ruta, llegué al pueblo. El ambiente "btt-ero" escalaba posiciones a medida que se acercaba la hora de partida. Como es habitual, en la salida, me coloqué en la parte trasera, obviamente mi idea al hacer la ruta no casaba con ubicarme delante. El tiempo, climatológico, era perfecto, aunque era finales de octubre se notaba la situación tan al sur dentro de la península.




La salida, por las calles de Riópar, se realizó entre numerosos ánimos del público presente (la mayor parte acompañantes y organizadores). Salimos del entorno urbano en dirección a la Sierra del Agua. Esos primeros kilómetros, alegres y agrupados, por pistas amplias y con buen firme nos llevaron primero a El Gollizo, para finalizar esta primera ascensión  en el entorno de Los Majuelos. Allí encaramos la primera senda del día, con los primeros atascos (algunos decidieron bajarse de la bici ante la aparición de las primeras partes ligeramente complicadas, posteriormente las habría ya "seriamente"), para bajar hasta Casas de las Tablas. Nuevamente pistas con buen firme nos dirigían al interior del Parque Natural, al cual accedimos una vez sobrepasado el Cortijo de Palomares, el terreno picaba hacia arriba. Desde el Lagunazo, prácticamente todo de bajada, por caminos y senderos, hasta el Camping Río Mundo.






Superado el Lagunazo cruzamos la carretera de Siles, por el desagüe (¡hay que agachar la cabeza!), enlazando con el GR-66 hasta La Casa de la Noguera, donde sendas y caminos paralelos al río Mundo nos llevaron aguas arriba hasta La Casica para cambiar de margen y de sentido, bajando hasta el Llano de la Venta. La senda que salía al sobrepasar la piscifactoría nos permitió continuar en nuestro acompañamiento al río Mundo. Fue otra zona comprometida con algún que otro atasco; raíces en la senda, continuas bajadas y subidas, pequeños cortados, etc., contribuyeron a ellos. 



Antes de llegar al camping, tuvimos que cruzar la carretera CM-412, pero ahora pisamos asfalto.


Tras "visitar" el camping retornamos al otro lado de la CM-412, donde nos espera el primer avituallamiento. 


Haría falta, el tramo que nos esperaba era de varios kilómetros de subida hasta alcanzar la Sima.



En la subida cambiamos de acompañante, durante los primeros kilómetros de ascensión era el turno para el Arroyo de la Celada y después para "el pequeño", el Arroyo de la Celadilla. Construcciones en ruinas, ¡podían ser un presagio!. La subida dura, larga y solitaria (cada uno se marcaba su ritmo). La realicé de forma tranquila, no era para menos había tramos en torno al 20%, pero con el paso de los kilómetros pude comprobar que alguno se había convertido en "espectador transitorio". Curva y repecho, repecho y piedra suelta, había que guardar algo no había llegado a la mitad de la ruta. 


Prácticamente al final de la ascensión, a la altura de Los Tornajos, la vegetación desapareció, estaba llegando a la Sima. Al fondo un grupo de gente me anunciaba el segundo avituallamiento. ¡Como soplaba el viento!, se notaba que allí no quería parar ni la vegetación. 



Un "tentempié" y a continuar, al bajar encontraría un entorno más agradable



Bajada rápida desde los 1565 m hasta Las Chorreras, los frenos "pedían piedad" y mis extremidades superiores no sabían lo que era la relajación. Ya en Las Chorreras, las vacas, impertérritas, "me avisan" de la presencia posterior de cortijos (Cortijo de la Basilisa, Cortijo de los Chorros y Cortijo de Elena). Uno de los tramos más bonitos de la ruta, disfruté de esta rápida y "aseada senda" trazada por un bosque bastante tupido en el que entremezclaban las especies caducifolias con las perennes.


Otro avituallamiento, hay que prepararse para subir a la Cañada de los Mojones. Un kilómetro de asfalto marcó el inicio de la ascensión. Después de los falsos llanos de la Cañada, comienzó otro espectacular sendero (con espectaculares vistas) entre continuos sube-baja hasta el Collado de la Peña de la Buitrera. La Phinx sufrió los rigores pétreos de la senda. Llevaba buen ritmo, tranquilo pero bueno, hasta ahora no me había comenzado a pasar excesiva factura el recorrido.





Desde el Collado, "tocata y fuga", para abajo, con algunos metros complicados, esas fagáceas a más de uno se le movieron. En la bajada al Arenal, como no podía dejar sola a mi bici en sus desdichas, una piedra impactó sobre mi tobillo derecho, causando una herida por lo que tuve que requerir los servicios de la asistencia. Agua, desinfectante, venda y a continuar, aunque el fuerte impacto causaba ligeros dolores en el mismo que limitaban ligeramente el pedaleo.




Después del Puerto del Arenal continuaba la ruta por un sendero que bordeaba el Cerro de Los Ladrones, sendero con tramos técnicos, y después por un camino, hasta llegar por segunda vez a Casas de las Tablas. Ni que decir tiene que continué por el recorrido largo, pese a divisar a lo lejos a Riópar y contemplar como otros compañeros tomaban la versión corta. Ligero avituallamiento en Casas de Las Tablas y ¡a por la parte final!.





Ahora formaba parte de un pequeño grupo de 5-6 personas, continuamos subiendo por un sendero que se dirigía a Riópar Viejo por la zona de El Vadillo, con alguna rampa fuerte aunque corta, que enlazaba con una pista, en moderado ascenso, que bordeaba Las Majadillas y que conducía al Cortijo de la Umbría. El último tramo de ascensión nuevamente lo realizamos por una senda (fuerte rampa); aquí, los kilómetros realizados, la acumulación de esfuerzos, las previsiones, la fuerte rampa, etc., me aconsejaron realizarla a pie.


Al finalizar la rampa continuamos por un sendero próximo a la carretera de Alcaraz, que unos metros más adelante se conviertió en un sendero muy técnico y con fuertes pendientes, algo excesivo para las condiciones físicas y mentales a estas alturas, por ello varios tramos decidí realizarlos a pie. Era necesario llegar sin "averías", ni humanas ni mecánicas, que había que regresar para León. El descenso continuaba, enlazando con la pista que conduce a El Gollizo. 1,5 km más tarde se abandona la pista para tomar un nuevo sendero, rápido y sin dificultad, entre El Chorreón y el Monte Arriba para llegar, por fin, a Riópar.


Una vez Riópar, comida, pasta, fruta y refresco (la cerveza no estaba permitida había que conducir), para después pedalear hasta el Hostal, donde una necesaria y recuperante ducha, antes de cargar todo en el coche, puso fin a este día intenso de BTT. Y regreso para León.

Imagen cortesía de la organización


En definitiva un recorrido espectacular y duro, con un empacho de senderos.