P. N. de Izki, San Román de Campezo/Durruma Kanpezu (Álava), octubre 2013
Parque Natural situado en el sureste de la provincia de Álava. Alberga gran variedad de paisajes, bosques y roca, es un conjunto de valles (surcados por pequeños ríos, y también con numerosos humedales) y montañas (cortados calizos). En el paisaje los espesos bosques se ven interrumpidos por escarpes rocosos. La vegetación arbórea está dominada por el melojo, los marojales o melojares (muy bien conservados) son los verdaderos protagonistas de Izki. De forma dispersa, también se encuentran acebos, abedules, alisos, quejigos, hayas, robles, etc. Este bosque de espeso follaje también cuenta con bastantes praderas e, incluso, zonas con abundante helecho común de notable desarrollo. Cuenta con una red extensa de sendas que permite sumergirse en el Parque y descubrir sus hermosos parajes. Solo existe un núcleo de población en su interior Corres (Korres), pero existen varios en la periferia.
La semana previa había comenzado soleada, pero a media semana la cosa cambió y comenzó a llover (aunque no fue muy abundante), pero el fin de semana volvió a mejorar. El día amaneció despejado, aunque al avanzar las horas aparecerían algunas nubes. Esto hizo que las condiciones para recorrer el Parque Natural fueran ideales, no había calor, tampoco frío, el sol no molestaba; y por si fuera poco el suelo (firme) estaba perfecto, las lluvias caídas habían sido las justas para que estuviera ideal (ni barro, ni muy seco).
La ruta la había planificado en dos partes, aproximadamente la mitad cada una, la primera más fácil o sencilla y la segunda más complicada y dura, entre una y otra se volvía a pasar por el pueblo (así se permitía optar por continuar o realizar solo la "corta").
El día anterior nos desplazamos hasta Vitoria-Gasteiz, donde decidimos hacer noche para desplazarnos hasta la localidad de salida. Salimos temprano, con intención de parar de camino a desayunar, Virgala Mayor (Birgara Goien) fue el lugar elegido, y llegar con tiempo suficiente a San Román de Campezo (Durruma Kanpezu), pueblo situado al sur de Izki, lugar de donde salía la marcha. Una vez llegado San Román, pequeño pueblo protegido por los escarpes rocosos de La Muela y que cuenta con buenas vistas del valle, nos desviaron hacia un rastrojo, lugar habilitado para dejar los coches. Al ser un pueblo tan pequeño no cuenta con espacio para tantos vehículos, al menos 400 btt-eros nos dimos cita (los inscritos).
Inmediatamente nos dirigimos a retirar el dorsal para comenzar a preparar el equipo, había que ir a la zona de salida, ya empezábamos con subidas, aunque ahora era a pie.
Una vez recogido los dorsales y preparado equipo y bicis nos dirigimos hacia la zona de salida, ahora ya subimos la cuesta en bici.
Llegada la hora, salimos, eso si unos con más prisa que otros, fotos y tranquilidad nos permitió contemplar como ese "enjambre" de ciclistas se estiraba camino de Quintana (Kintana), pequeña población al sur de Izki, antesala de la entrada al Parque Natural.
Imagen cortesía de la organización
Al abandonar la zona urbana de Quintana (Kintana), motivado por la entrada al Melojar, se produjeron los primeros atascos, el camino ancho había dejado paso a una senda.
Unos metros por la Senda Los Arrieros para coger la Senda El Paseo, dirección a Urturi, por fin entramos en el melojar, salpicado ahora con hayas y abundantes acebos. Antes de llegar a Urturi, topamos con una pista, por donde continuamos, bordeando el campo de golf y atravesando campos de cultivo (cereales). Dejamos este camino (camino de Marizurieta), se desviaba a la izquierda, antes de llegar al Raso de los Espinos, para continuar nuevamente por una senda por el melojar.
A través de un continuo continuo culebreo, transitando por sendas y combinando subidas y bajadas, recorrimos el melojar hasta enlazar con un camino a la altura de la esquina sur de El Planote, otra discontinuidad en el melojar que da paso a terrenos de cultivo. Este camino, que nos dirigía de nuevo a San Román, se abandonó durante unos dos kilómetros para bordear Los Rasos.
Ya de nuevo en el camino, y con unos 21 km ya recorridos, el cruce con la carretera de Maestu (Maeztu) a San Román de Campezo (Durruma Kanpezu) era el preludio de la fuerte subida que nos esperaba, la más fuerte y larga de la primera parte, antes de bajar a la localidad de salida para el avituallamiento, un descenso muy rápido.
Ya en la parte alta del pueblo de San Román, era el momento de avituallarse, no esperaba después la subida a la "cima" de la ruta.
Con las "reservas repuestas" pusimos rumbo a La Muela, por la Senda de San Román. La Muela (1056 m) constituye una de las joyas del parque, esta mole de caliza (con numerosas colonias de buitre leonado) se encuentra en el límite meridional de Izki, al norte de San Román de Campezo (Durruma Kanpezu). Vaya subida, empinada y dura, y a tramos muy técnica y con vegetación arbustiva "dando la vez". Eso si el abundante público existente contribuía a "mejorar el rendimiento sobre la bici", dar las gracias a los senderistas que se apartaron para facilitarnos la subida por ella. Por suerte, la subida acababa un poco antes. La campa, collado de La Casilla, estaba plagada de gente, las hermosas vistas contribuyen a ello. Aprovechando el gentío, pudimos realizar una foto conjunta, antes de continuar la marcha.
Tan complicada y dura fue la bajada como divertida y bonita la bajada por el hayedo. La fuerte pendiente, a tramos, y la posición de los árboles (había que evitar "que se movieran") hizo salir del letargo a los frenos.
Imagen cortesía de la organización
Imagen cortesía de la organización
Varios kilómetros de bajada por la senda de San Román hasta Monasterio, en las proximidades de Corres (Korres). ¡Que corto se nos hizo este tramo! Hayedos, a tramos con boj, quejigales y zonas despejadas no acompañaron en la bajada. El camino se volvió algo arenoso en la parte final de la bajada. Una vez llegado a Monasterio, bordeamos por un camino ancho el Área recreativa por su parte norte para cruzar la carretera y tomar la senda Ullibari. El primer tramo es rápido, buen camino y más o menos llano, y todavía las piernas estaban "animadas" después de la bajada. El camino bordea una finca (pastizales y cultivos), con el Mendizorrotz a la izquierda, antes de volver a entrar en el melojar, donde el camino continúa en senda y conecta con la senda de Los Arrieros.
Esta senda continúa por el corazón del melojar, en camino ascendente al principio, pero una vez sobrepasada la laguna El Mogal (a la derecha) comenzó un ligero descenso hasta una pista, a la altura de La Majada, que tomamos (dirección este). Esta pista comienza con un ascenso moderado que va incrementándose a media que nos acercábamos al cruce con la senda Larrabila. Continuamos subiendo hasta llegar al collado del Mantxibio, para proseguir bajando hacia Corres por la ladera del monte Arronzaila. Corres (Korres) es el único núcleo habitado en el interior del parque, este pueblo (conjunto histórico) destaca por su arquitectura, y edificios e historia y por un emplazamiento (en lo alto) que permite divisar unos de los paisajes más destacables del Parque (el desfiladero de Korres). Ya en Corres (Korres) atravesamos el pueblo y tomamos la pista cementada que conduce al cementerio, donde nos esperaba otro avituallamiento (¿tal mal nos verían?). Un ligero tentempié y a continuar.
A partir de ahí se continuaba por un camino de tierra dirección a Soila, por la senda de Antoñana. Después de una alambrada se transforma en senda, que bordea el monte Soila, entre quejigos, carrascos, arces y más tardes hayas; pero lo que más me llamo la atención fue el "túnel verde" de un pequeño tramo de boj en la parte intermedia, eso si el suelo estaba bastante roto, con lo que había que utilizar "lo que quedaba" en subir por dicha senda.
Buena subida, ya se observaba a algún participante llevando "del ramal" a la "compañera de dos ruedas". Nosotros tuvimos más suerte y no tuvimos que "descabalgar".
Atravesamos al famoso paso de piedra que aparece en los carteles, donde aprovechamos para disfrutar de las vistas (Barranco de Korres) y realizar alguna foto, antes de comenzar a bajar (bueno, la bajada se interrumpió con un pequeño repecho) después de bordear Solia por su parte sur hasta la senda de Bujanda. Ya en la senda, en el fondo del valle, cruzamos el río y continuamos bajando, más suavemente, hasta alcanzar el punto con menor altitud de la ruta.
Abandonamos la senda de Bujanda antes de salir del Melojar, cuando la senda se conviertía en pista, girando a la derecha en dirección a la falda de La Muela. Última subida y últimas sendas, pero ya pesaban, por suerte pudimos atacar estas últimas subidas bastante bien ya que habíamos realizado la marcha de forma tranquila, aunque por lo que veíamos no fue "una norma para todos".
Finalmente, al terminar la subida, se salía del Parque Natural, para después de realizar unos metros por la carretera A-3136, llegar a San Román de Campezo (Durruma Kanpezu) por camino, por su parte este.
Una vez finalizada la ruta, un bocadillo, bebida y café y un post-ruta intercambiando opiniones con otros participantes, antes de recoger "el equipo" y regresar, unos directamente para León y yo para Vitoria a recoger al resto de la familia antes de regresar.
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