sábado, 7 de diciembre de 2013

P. N. de la Sierra de la Encina de la Lastra (Orense), diciembre 2013

P. N. de la Sierra de la Encina de la Lastra / Serra da Enciña da Lastra, Covas (Orense), diciembre 2013

Parque Natural situado en el noreste de la provincia de Orense, en la Comarca de Valdeorras, en el límite con la provincia de León. Se encuentra encajado en uno de los valles del río Sil, es un valle de piedra caliza con pendientes fuertes y cortados. En el Parque existen gran cantidad de cuevas o grutas (palas), muy apreciadas por los espeólogos, en las que se asientan colonias de murciélagos. Este Parque Natural es un tanto peculiar en Galicia, pues tiene características mediterráneas, ecosistema típicamente mediterráneo en Galicia. Abundan las zonas de pasto (prados, pastizales y/o praderas), el castaño, la encina, el roble, el tojo, el enebro, entre otros, pero también hay zonas de cultivo. Asimismo abundan zonas con "vegetación mural" (plantas casmofíticas).

Aprovechando el puente de diciembre, nos juntamos seis compañeros para pedalear por una de las provincias limítrofes, Orense.

Salimos temprano, tres coches para llevar 6 personas, si no fuera porque habíamos salido de diferentes orígenes cualquiera diría que ..... De camino, el salir temprano a finales de otoño es lo que tiene, la temperatura asustaba, tramos con -7º en el marcador del coche. Había que para a tomar un café, en La Barosa, justo antes de salir de León. Después de atravesar el túnel que separa León de Galicia, e inmediatamente nada más salir de él (ya en Galicia), dejamos los coches al lado de la carretera en un "descansadero" que había encima de dicho túnel, próximo a Covas, aprovechando la única zona soleada que se veía (la umbría todavía reinaba en el pueblo).



Después de bajar las bicis y prepararse, y sobre todo abrigarse, sin olvidarse de los bocadillos, íbamos a estar una cuantas horas por la Sierra, iniciamos la salida (las 10:30, más o menos).

No habíamos hecho más que montarnos en la bici y ya estábamos entrando en zona sombría y subiendo. La ruta en su kilómetro inicial marchaba paralela a la carretera N-120, en dirección sur, pasando por delante de una fuente, en cuya base se acumulaba gran cantidad de hielo. Algún valiente se atrevió a pasar por él para coger agua.




Una vez superado este primer kilómetro, un giro brusco a la izquierda en dirección a la Peña Falcueira, pero  .... ¿la primera parada? Estábamos empezando y ya se había presentado la primera avería, una cadena rota: ruedas arriba y a poner un enganche rápido. Ese giro también nos permitió volver a la zona soleada y observar los colores tan atractivos que mostraba la vegetación. 





Una vez solventada la avería continuamos subiendo para bordear la Peña Falcueira (cortados impresionantes), cada uno a su ritmo, por su parte este y norte. 




El primer tramo de camino de subida tenía buen firme, se pedaleaba bien, pero poco a poco las cárcavas los presentaban con un tramo más técnico hasta llegar a convertirse en la parte final de la ascensión en una senda complicada de superar. 







Eso si la presencia de madroños supuso un aporte nutritivo extra. 



Llegamos arriba, poco más de dos kilómetros pero ya habíamos "calentado", pese a acabar en una zona donde la helada todavía estaba agarrada al suelo. 



¡Una nueva parada! Ahora para visitar, al menos exteriormente, una de las famosas cuevas de la zona.



Continuamos bordeando la Peña y entramos durante un pequeño tramo a León. Tramos con repechos bajadas, pero sin muchos desniveles, zonas de umbría y zonas soleadas , zonas arbustivas y zonas con vegetación de mayor porte, agrupamientos (las paradas al solecillo)y estirones, pico Morango a la izquierda y el valle de Callejeira a la derecha, y ....., después del Coto Aigas, nuevamente, Galicia. 



Enlazamos con el camino a Biobra (Vía Nova), y el cruce ¡otra avería!, ahora un pinchazo, suerte que el sol se puso de nuestro lado Menos mal que las previsiones eran de "ruta corta". 



¡Avería reparada! Y continuamos por el camino de Biobra, otra vez en dirección a León. Justo antes de salir de llegar al límite provincial y antes de comenzar a bajar al fondo del valle nos separamos ligeramente del camino, supuestamente era el kilómetro 0, en su tiempo debió existir un panel informativo pero solo había un tejadillo con dos postes de madera. Unos metros más adelante un fascinante mirador (vistas hacia León), una empalizada con troncos de madera sirven de protección, ¡¡¡parados otra vez!!!, abajo Portela de Aguiar. Desde el mirador se contemplamos todo el valle, desde Cabarcos hasta La Barosa (Caborco del Infierno).




Después de los instantes fotográficos, tomamos de nuevo el camino de Biobra para bajar en dirección al valle que habíamos estado contemplando. Bajada rápida, por un camino ancho, pero situado al norte. Eso hacía que hubiera tramos en los que las heladas se había ido acumulando. La prudencia nos acompañó en la bajada. 



La bajada, el desnivel, suavizó mucho cuando el camino de Biobra se unió a la Ruta de las Simas. El último tramo de bajada hasta el valle de Enxertos el camino era menos marcado, prácticamente roderas sobre una alfombra vegetal. El fondo nos deparó "un capricho de la naturaleza", zonas soleadas que mostraban su vegetación conviviendo con zonas cubiertas por el manto blanco debido al efecto acumulativo de las heladas. ¡Espectaculares contrastes!





El barro camparía a sus anchas si no fuera que el terreno estaba helado. Avanzamos por ese "carril blanco" para colarnos de nuevo en Galicia (y a su vez en el Parque) y comenzar a subir, bordeando "Os Penedos de Oulego" por su parte norte, pero sin apreciarlos visualmente en exceso, los árboles preservaban su intimidad desde este flanco.



Coronamos en la carretera, la cual abandonamos inmediatamente para tomar un divertida senda que, con equivocación incluida, nos bajaría rápidamente a Oulego. Bueno en realidad hasta el barrio de Valdesobreira, unas decenas de metros nos separaron de Oulego. Disfrutamos de unas vistas, opuestas a las anteriores, más claras de "Os Penedos de Oulego" (torres montañosas).



Tras una suave y continua bajada, con alguna cuestilla, a lo largo del río Galir entre paisajes tranquilos de ribera y saltando de una orilla a otra, llegamos a O Robledo da Lastra. La Sierra de la Agulla a nuestra derecha vigilaba nuestro "acompañamiento fluvial". Parecía que el sol había decidido quedarse con nosotros, atrás quedaban las zonas heladas de umbría.




El objetivo, ahora, era encontrar donde tomar una caña que acompañara a los bocadillos que desde el inicio llevábamos porteando desde el inicio. No iba a ser fácil, pese a la acumulación de pueblos en este tramo de la ruta. Bueno en realidad no conseguimos alcanzar el objetivo, al pequeño tamaño de los pueblos se le unía, por ello, la inexistencia de "dicho servicio" o bien su apertura tenía un horario limitado que no coincidía con nuestro paso por ellos. Por lo tanto continuamos por la ribera del río Galir, intentando pasar por los núcleos urbanos, esto nos llevo a tomar una senda (por llamarle de alguna forma, pues entre la vegetación y las maderas, ramas o leños que había caído sobre ella, hacía tiempo que había dejado de ser "tal"), para llegar a O Porto. 



Después de transitar unos metros por ella las opciones eran subir campo a través para tomar el camino o bajar entre la arboleda hacia el río, esta fue la opción elegida, más arriesgada pero a la vez más divertida y entretenida. Esta segunda opción, la elegida, supuso tener que cruzar el río, por suerte encontramos una zona donde la profundidad del mismo era más reducida, en el margen de une pequeño azud. 



Una vez salvado este pequeño inconveniente, por tratarse de invierno, de tener que "pisar agua" continuamos "encajonados" por en interior de un pequeño canal hasta llegar a la población de O Porto. 



De aquí a O Real la ribera del río Galir continuó siendo nuestra compañera de viaje. Ante la inexistencia de otro núcleo de población cercano, definitivamente decidimos que este sería el momento oportuno para "aligerar mochilas", y en cuanto atravesamos el puente que nos devolvía al margen derecho del río procedimos con "la acampada", eso si invadiendo zona soleada. 

Después del necesario banquetillo, un kilómetro, más o menos, con características similares, ribera del Galir, suave bajada (con alguna cuestecilla), etc., hasta el punto donde este bebe las aguas del Muiño. Desde aquí comenzaba un buen tramo, varios kilómetros, de subida (eso si con algún que otro descansillo). Los primeros metros se realizaron por asfalto hasta llegar al Viaducto de Liga, este viaducto permite cruzar, por debajo, la carretera nacional N-120. Comenzamos unos kilómetros de culebreo entorno a la nacional N-120, con tramos soleados y tramos de umbría, hasta cruzarnos con la carretera de Biobra. 




A partir de ese punto, nos separamos de la N-120, en ascensión continua, sin descansos,  pisando nuevamente "terreno helado sobre helado" por las faldas del Rañadoiro.



Pero .................., otra avería, nuevamente el terreno se cebaba con las ruedas. ¡Ruedas arriba!, unos a la reparación y otros a la "degustación". Y tertulia, ¡cómo no!




Una vez reparada, unos metros de ascensión más para comenzar a bajar, primero en dirección sureste por una senda que se dibujaba sutílmente por los prados y luego girar (giro brusco), continuando en dirección norte por un camino, hasta Pardollán. 



¡Buenas vistas del Embalse de Peñarubia en ese punto de inflexión de la bajada! ¡Qué buen espejo para este paisaje! 


Y ...  las ruinas de la Ermita de Santo Estevo, sobre la falda.



De Pardollan, tocaba subir ahora a Vilardesilva, el primer tramo lo realizamos por carretera, justo hasta la curva donde han "urbanizado" el mirador, añadiéndole incluso una pérgola. 





Más instantes de tertulia, y de "disfrute para nuestros ojos", buenas panorámicas del estrecho de Covas, donde el Sil entra en Galicia entre cortados calizos. No nos olvidamos de suavizar nuestras cadenas con la correspondiente rociada de aceite. A partir de ahí un abrigado camino nos "levantó" hasta el núcleo urbano de Vilardesilva.

Al salir del pueblo un pequeño despiste no llevó a realizar unos metros campo a través hasta enlazar con el camino de bajada hasta Covas. Este conectaba con una fantástica senda que se abría camino entre un magnífico y espectacular túnel vegetal que, a su vez, nos puso en el camino que, paralelo al embalse, finalizaba en Covas. 



Abajo el Embalse, y en medio la estación del tren y el "itinerario férreo". 

Ya en Covas, bonito pueblo, la ruta tocaba a su fin, pero todavía quedaba el último repecho para llegar a los coches. El sol, que también los había acogido por la mañana, ya hacía unas horas que los había desamparado. Tocó recoger deprisa, sin descuidarse, el termómetro también cedía. Eso si todavía nos quedó tiempo para disfrutar del entorno, embalse, sierra, pueblo, .... 



Túnel y ... en León, nueva parada en La Barosa, cañas rutinarias, y destino casa. Con esta ruta finalizaban las rutas Oxibtt en el 2013.